
En el sector de la refrigeración, aún hoy, un alto número de profesionales con los que hablas, siguen esperando el refrigerante milagroso. El nuevo producto milagro, sin efecto pernicioso en el medio ambiente o lo que es lo mismo sin tasas desproporcionadas. Lo que seria la leche, con un efecto termodinámico superior o igual a los famosos R22 o R404.
En múltiples conversaciones con técnicos del sector, se espera con ansiedad. Todos dicen que tarde o temprano las grandes industrias químicas les resolverán el problema, de esta forma ellos no se complicarán la vida teniendo que estudiar y actualizarse a nuevas tecnologías, resultarán de nuevo queridos por sus clientes, al no ser los portadores de malas noticias, cuando una central ha sufrido una perdida de gas y les pasas el presupuesto de lo que le va a costar volver a ponerla en marcha.
Creo en mi opinión, que hay que actualizarse y apostar por el CO2, por el Amoniaco, por el glicol, por los hidrocarburos, y lo creo porque no se puede seguir pagando tasas desproporcionadas. Hay que animar a los clientes, a pesar de ser una inversión mayor y una mayor complejidad en las instalaciones, a que den el paso a los gases naturales.
Abandonemos la zona de confort en la que nos hemos instalado la mayoría de las empresas del sector y apostemos por el futuro. Debemos Reciclarnos como tecnicos y buscar apoyo en las nuevas tecnologías, de esta forma podemos ofrecerle al cliente opciones modernas en refrigeración y climatización, que no impliquen pagar un precio por el daño que se le causa al medio ambiente, al fin a al cabo las tasas que se están pagando son como las antiguas bulas, donde estabas comprando el perdón de los pecados diarios con el vil metal.